Hay dos misiones clave: explorar y compartir. Para hacer del océano una responsabilidad compartida y preservarlo, la fundación Tara Océan realiza campañas de sensibilización y educa a las generaciones más jóvenes para proteger este ecosistema vital.
Una expedición para Tara: Misión Microbioma
El 15 de diciembre de 2020, cinco años después de la adopción del Acuerdo de París, la goleta Tara se embarcó en una gran expedición científica. Durante casi dos años, el barco recorrió 70.000 km en el Océano Atlántico Sur, a lo largo de las costas sudafricanas y sudamericanas, hasta la Antártida.
Planificada por la fundación Tara Océan y sus socios científicos, entre ellos el CNRS, el CEA y el EMBL, en esta misión participaron 42 centros de investigación de todo el mundo y casi 200 científicos especializados en distintas disciplinas.
En esta expedición, Tara estudió el elemento más importante del océano, es decir, su microbioma y su destino en los albores del cambio climático en curso.
Entrevistamos al capitán del buque de investigación oceanográfica, Martin Hertau, sobre esta expedición.
¿Por qué elegiste Furuno?
Para el equipamiento electrónico a bordo del Tara elegimos Furuno porque necesitábamos precisión y fiabilidad durante la travesía, ya que navegamos veinticuatro horas al día, siete días a la semana, en distintos lugares del mundo: Ártico, Antártico, Polinesia, Patagonia (donde nos encontramos actualmente). Necesitábamos utilizar los equipos electrónicos de Furuno para navegar, pero también para tomar muestras de agua para análisis biológicos.
La sonda, el compás satelital y el radar de Furuno nos permitieron tanto tomar muestras precisas y de calidad como navegar con seguridad en todo momento y en todas las condiciones meteorológicas. Esto nos permitió satisfacer nuestras necesidades científicas y perseguir los objetivos de la expedición de tomar muestras biológicas de calidad para su posterior análisis en laboratorios de toda Europa.